Durante el entrenamiento, los fuertes mecanismos fisiológicos de reducción del calor están asociados a la prevención de un fuerte aumento de la temperatura central del cuerpo, sin embargo, un entorno caluroso y húmedo puede aumentar significativamente el desafío que los ejercicios físicos de Fútbol Sala suponen para el sistema de regulación de la temperatura del cuerpo humano, ya que el intercambio de calor entre el cuerpo y el entorno se ve gravemente afectado en estas condiciones.
Este problema puede conducir a una severa reducción del rendimiento y a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades causadas por el calor. Afortunadamente, hay una serie de planes estratégicos que los jugadores de Fútbol Sala pueden utilizar para prevenir o reducir estos riesgos asociados al entrenamiento con calor.
“Las intervenciones nutricionales parecen ser los métodos más eficaces”
En este contexto, la flexibilidad y las intervenciones nutricionales parecen ser los métodos más eficaces.
Durante la adaptación al calor, se reducen los umbrales de temperatura para la vasodilatación y el inicio de la sudoración, lo que, en combinación con la expansión del volumen plasmático, mejora la estabilidad cardiovascular.
Las intervenciones nutricionales eficaces incluyen la optimización del estado del suministro de agua mediante la reposición de bebidas líquidas. El segundo punto debe incluir cantidades adecuadas de glucosa y sodio, que mejoran la absorción y excreción de agua.
Durante los ejercicios, se liberan grandes cantidades de energía en forma de calor. Para evitar el aumento continuo de la temperatura corporal central, los mecanismos fisiológicos como la dilatación de los vasos de la piel y la sudoración hacen que aumente la disipación del calor. Sin embargo, diversos factores, como los ambientes cálidos y húmedos y la reducción de agua en el cuerpo, pueden afectar negativamente a la regulación de la temperatura corporal.
Los jugadores pueden reducir los efectos de este tipo de calor adaptándose al mismo y suministrando agua al cuerpo. La mayoría de las personas tardan entre 7 y 14 días en completar el proceso de aclimatación al calor.
“Los ejercicios intermitentes intensos son el mejor modo de adaptarse al calor”
Los ejercicios intermitentes intensos o los ejercicios moderados continuos en condiciones de calor son el mejor modo de adaptarse al calor.
En cuanto al suministro de agua, se sugiere que los jugadores consuman líquidos a un ritmo cercano al de la pérdida de agua en forma de sudor y orina, este trabajo requiere generalmente el consumo de 200 a 300 ml de líquido cada 10 minutos, debiendo comenzar antes del entrenamiento y continuar hasta 20 minutos antes del final.
Se ha demostrado que la adición de hidratos de carbono de menos del 7% a las bebidas deportivas conduce a una mejor absorción intestinal al crear un gradiente osmótico adecuado.
Para obtener una hidratación eficaz después del ejercicio, las bebidas hidratantes deben contener cantidades moderadas o altas de sodio (≥50 mmol/L) y deben consumirse en un volumen superior a 1,5 veces la pérdida de agua.
“La cantidad de lactato en sangre de los jugadores de Fútbol Sala es mayor que la de los jugadores de fútbol”
Por último, la cantidad de lactato en la sangre de los jugadores de Fútbol Sala es mayor que la de los jugadores de Fútbol, los estudios demuestran que las actividades periódicas de corta duración, como los deportes de Fútbol Sala, se han utilizado en actividades periódicas más largas a altas intensidades para aumentar el nivel de lactato en sangre y, como resultado, aumentar la capacidad de absorción y los procesos implicados en este proceso.
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